sábado, 29 de agosto de 2009

10 Tecnicas Para Potenciar Tu Ministerio Juvenil



1 Confía en Dios para producir los frutos. Cuando sentimos el peso de cada acontecimiento, nos entra el desaliento. Cuando pensamos que somos los que tenemos que llevarlo a cabo, nos abrumamos. Cuando medimos el éxito del ministerio por la concurrencia o por los miembros nuevos, nos desanimamos. Un ministerio perdurable depende de Dios para lograr el fruto. Sólo podemos hacer lo que Él dice y confiar en que Él hará lo que prometió.

2 Permanece fiel. Ser fiel a Dios es fácil cuándo todo va bien; pero, ¿qué pasa en circunstancias más desfavorables? ¿Crees que estás tratando de huir de tu llamado por causa de las presiones? ¿Estás ocultando tus problemas como Elías? Nuestro trabajo para Dios durará más allá de nuestras propias vidas mientras permanezcamos fieles al ministerio; inclusive cuando parezca que nada tiene sentido.

3 Sé perseverante. Cada principio de año, miles de personas se inscriben en algún tipo de deporte con la intención de mejorar la figura y controlar el peso. Unas semanas más tarde, la mayor parte de ellos abandona. ¿Por qué? Porque el progreso no es suficientemente rápido. El peso sigue igual y de la figura, ¡ni hablar! Ellos olvidaron el concepto de “perseverar hasta el fin”. El apóstol Pablo dijo que peleó una gran batalla para alcanzar su llamamiento en Cristo. Él sabía que nadie llega a la madurez espiritual de la noche a la mañana, y eso incluye nuestro ministerio juvenil. ¡Persevera y alcanzarás la victoria!

4 Invierte en la gente, no en programas. Quizás dentro de cien años, los congresos juveniles dejen de existir tal como los conocemos, pero las personas sobrevivirán. Diseña tus programas para que tengan un impacto eterno. Usa los programas como una herramienta para alcanzar a la gente, no para sorprenderlos. Cada generación tiene su propia fórmula para el crecimiento a la iglesia, pero el que obra es Dios. Dios usa los programas para alcanzar a la gente, no alrevés. Planea tus programas pensando únicamente en las personas y Dios hará el resto.

5 Desarrolla el carácter de Cristo. Alguien ha definido el carácter como “aquello que somos cuando nadie nos mira”. Cuando estamos solos y nos quitamos todas las máscaras aparece lo que realmente somos. Un aspecto para imitar de Cristo es que él permanecía igual todo el tiempo. Eso es carácter. Cuando desarrollamos una integridad como la de nuestro Salvador, nuestro ministerio seguirá obrando en la vida de las personas aún después de nuestra muerte. ¿Suena imposible? ¿No estamos siguiendo a un carpintero desde hace más de 2000 años? ¿Acaso no debemos imitar a Pablo como él imitó a Cristo? ¡No es descabellado pensar que las generaciones futuras tratarán de imitarte a ti, si vives una vida de perfecta comunión con Dios en Cristo Jesús!

6 La gente olvida los mensajes, pero recuerdan la bondad. Si no te importa que te desinflen el ego, pide a tu clase que haga una lista de las lecciones que les diste en los últimos seis meses. Después, pídeles que anoten todo lo que alguien dijo o hizo para ellos que fuera muy amable en los últimos seis meses. ¿Qué lista piensas que será más larga? Los mensajes son grandiosos, pero duran sólo un momento. La bondad es un fruto del Espíritu que permanece para siempre.

7 Debes estar preparado para marcharte desde el principio. Estaba hablando con un miembro de la iglesia donde Max Lucado sirve y le pregunté: ¿Que pasará en la iglesia cuando Max se marche? Él contestó: "Nada. La iglesia no se construyó alrededor de Max, está construida alrededor de Cristo". Max ha conducido a la iglesia en una dirección en la que no depende de él. Lucado está preparado para marcharse, aún cuando él nunca se marche. Su ministerio tiene la señal a largo plazo de Jesús, no la señal a corto plazo de Max.

8 Aprende a caminar en equilibrio. Todos conocemos ministros que son adictos al trabajo en el ministerio. Pero la palabra de Dios nos dice que necesitamos ser equilibrados en toda nuestra forma de vivir, si es que deseamos ser verdaderos ministros de Dios. Realmente no tenemos que ser ministros perfectos, padres de familia perfectos y, además, perfectos en cualquier otra cosa. Pero lo cierto es que necesitamos vivir una vida equilibrada que sea un ejemplo para los demás. Si nos conocen por nuestro arduo trabajo en la iglesia y en el ministerio, esto puede comunicar que ignoramos a nuestras familias, ya que no les damos tiempo. Una vida equilibrada se demuestra cuando nos reconocen como un hombre o una mujer de Dios en todas las áreas de la vida.

9 Ama mucho. Cuando Jesús comió con Simón el fariseo, su anfitrión se molestó cuando una mujer pecadora entró y untó los pies de Jesús con perfume. Jesús vió el acto como una expresión de amor. Él entonces se dió vuelta hacia Simón y le explicó la diferencia entre él y la mujer. Simón sintió poca necesidad de perdón y por lo tanto amó poco. La mujer sintió una gran necesidad de perdón y eso la hizo amar mucho. Nuestro ministerio prospera cuando somos conscientes de todo lo que Dios nos ha perdonado y nos sigue perdonando en Cristo. Su completo perdón nos hace amar a los demás como Jesús nos ama.

10 El tiempo es relativo. Puede tomarnos toda una vida construir un ministerio perdurable; o, como a Jesús, esto puede tomarnos sólo tres años. Lo que duren nuestros ministerios, mucho o poco, depende de Cristo, no del tiempo que le dediquemos. Dios tiene un plan especial para cada uno de nosotros, lo cual determina la velocidad con la que hacemos las obras que nos ha llamado a hacer. La verdadera paz, el poder y la administración de su gracia las encontramos únicamente al caminar con él, sin importar el tiempo que nos lleve.

INFIDELIDAD EN EL CHAT, UN PELIGRO A POCAS TECLAS DE DISTANCIA


Llamó tarde, muy tarde esa noche. Lloraba desconsolada. Su esposo de casi 60 años la engañaba con una desconocida. Sí, una mujer que él nunca había: visto, pero: de la que decía estar enamorado. Para cuando ella se percató de la situación, llevaban años manteniendo un "inocente" romance en la red.


Coincidencias iniciales que fueron forjando una amistad. Conforme pasaron los meses las confidencias mutuas los llevaron a niveles de intimidad creciente. Ahora están él y ella, que compartiendo cada día, parecen dos extraños y, está la otra, la que ninguno de los dos conoce, pero que los llevo al enfrentamiento. "Voy a viajar para conocerla", dijo él con tono ronco, y agregó: "Ella sólo vendría si vos ya no existieras..." Qué desgarradora resultó esa, frase, la que en un momento se llevó más de su vida que el cáncer con el que luchó por años!

Un amigo en la red a 2 mil kilómetros de distancia. Nuestra protagonista, una mujer casada y con dos hijos, creyente desde jovencita. Tras unos meses de "enamoramiento virtual!. viajó con engaños para conocerlo y pasar una semana inolvidable, dejando preocupados a sus parientes (dijo que iría a ayudar a una amiga que había sufrido un accidente). Pero como la mentira tiene patas cortas, todo terminó con una crisis matrimonial y el "otro" (el del chat) totalmente borrado porque sus expectativas eran sólo pasajeras. Era una pareja inseparable. Compartían el trabajo, la intimidad, las amistades. Todo era de ambos, no había secretos aparentes. Pero después de tantas vivencias juntos, la abandonó. Es que de Centroamérica llegó ella para "conocer" al príncipe que había cautivado su corazón en el chat. Él presentó "su novia virtual"! a su esposa e hijos, y dejándolos, se fue con ella. Como era de suponer, después de un romance fugaz, aquello se diluyó a nada. Dos perfectos desconocidos que hicieron una elección de momento.

¿El hogar? ¿Qué hogar? Los reproches y las peleas terminaron, en un intento de reconciliación, con el poco amor que quedó sepultado bajo una montaña de dolor, engaño y adulterio.

Interrogantes y peligros

¿Una nueva manera de enamorarse? ¿Acaso la posibilidad de sentirse vivo y de que la pasión de la juventud surja nuevamente dando la falsa impresión de que los años no han pasado? ¿Una apuesta para evitar sentir que la vida se nos escurre sin emociones? ¿ Será que tememos ver nos viejos y acabados, sin ser deseados y esperados? ¿Es que no nos damos cuenta que es imposible enamorarse de alguien a quien no se conoce? En todo caso, nos enamoramos más de nuestros propios ideales (lo que queremos creer) que de la otra persona en realidad, a la cual no conocemos. ¿Nadie imagina que esa inocente relación puede desatar una catástrofe como una bomba que estalla?

Veamos algunos peligros de las relaciones en el chat:

Principia como un inocente juego:

Un pasatiempo. Una distracción. Calma las ansiedades del día, proporciona otra mirada a los problemas (habitualmente más positiva que la nuestra. Enriquece. Es un contacto tan fugaz y etéreo como el espacio mismo, pero tan real como el dinero por nuestro trabajo. La mejor recomendación es i cuidado ! Puede convertirse en una trampa mortal. Evite las confidencias. Evite compartir su Vida privada. No alimente ilusiones que pueden llevarlo a caminos peligrosos, porque aunque desconecte la computadora sus emociones seguirán enchufadas.

No es patrimonio de jóvenes

Creer que sólo navegan los solo o solas que buscan amistad y compañía por la red. es incorrecto. El chat no conoce límites de edad y permite vivir sin timidez fantasías que no serían factibles de otro modo. Podemos ser quien queramos y encontrar en el otro lo que deseamos. El chat a veces roba tiempo al trabajo o a las actividades diarias, pero lo que es peor lo quita a la familia y al tiempo compartido con personas cercanas. Antes era sólo el televisor, ahora la competencia se ha diversificado, y los medios de Comunicación nos han dejado mudos en nuestros propios hogares. ¿Está mal chatear? No, en absoluto. Pero cuando se interpone con prioridades nuestra vida, entonces sí. También está mal cuando chateando, distorsionamos la verdad a fin de satisfacer nuestro ego o conseguir cierta respuesta del otro lado. Esa es una traición a nosotros mismos.

La más de las veces, termina mal

En los casos en que hemos ministrado, cuando la relación surge entre personas casadas, esa amistad del chat, que fue cobrando dimensiones inesperadas, terminó en rupturas matrimoniales, traiciones familiares, deudas para pagar viajes de reconocimiento ó cuentas telefónicas casi siderales. Es que nadie supuso que esas pequeñas conversaciones los llevarían a otra vida, la más las veces, miserable y triste, cónyuges heridos y familias destruidas.

Concluimos diciendo que construir una relación en el chat es mirar la belleza del mar al borde de un barranco; tiene emoción, pero su riesgo es letal; pues aunque no implique un contacto físico, es un adulterio de las emociones. Recuerda tu infidelidad no es sólo con quien te acuestas, sino a quién le mientes.


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Esa Oculta Debilidad



Aún recuerdo la primera vez que sucedió. Fue en un congreso de líderes en la bella Sydney, Australia. La reunión era avivamiento puro o, al menos, lo parecía. Mi tarea era predicar un sermón alentador y culminar el servicio. La gente movía ampulosamente las manos y no paraban de saltar, mientras que los músicos entonaban melodías increíbles; la alabanza australiana realmente es enriquecedora.


Los ministros que estaban a cargo de la reunión, preguntaban una y otra vez si estaban dispuestos a conquistar el país, mientras que la multitud no paraba de gritar eufóricamente.

¿Eres un predicador?, entonces debes saber lo que yo sentía en ese entonces. Es más fácil predicarles a un grupo de gente moribunda que tratar de sorprender con una palabra fresca a gente que pareciera tenerlo todo. Los jóvenes no paraban de bailar y saltar entre las butacas del enorme edificio. Los más viejos, sin excepción, movían unos ruidosos panderos por toda la congregación. Era, lo que llamo, un servicio ensordecedor. O cantas y gritas o te vas, no puedes mantenerte en la mitad.

Mi pregunta era cuál sería el mensaje que debía darles. Esa gente estaba a dos centímetros del suelo. Durante la última canción, cambié mis bosquejos, y me dispuse a darles un sermón de aliento, algo acerca de conquista o victoria, o algo así.

Cuando al fin todos se sentaron, algo comenzó a ocurrir. Mientras que el público me miraba esperando que saludara, yo podía sentir al Espíritu de Dios que me susurraba:

«Háblales de mi gracia».

Tuve una lucha espiritual intensa. Obviamente, Dios debió haber estado ocupado en alguna gran cruzada con Billy Graham, llegó tarde a la reunión y es por eso que no conoce demasiado a esta gente. Yo sí estuve todo el servicio. Estos australianos viven un avivamiento. Quieren que alguien les hable acerca de lo que viene por delante, de ministerios, de dones. Ellos ya están perdonados, son algo más que ovejas, son líderes de primera línea.

«Háblales de que mi gracia es abundante para ellos», insistió.

Y fue entonces cuando ocurrió. No lo hubiese hecho, de no ser porque sabía que Dios estaba detrás del asunto.

«Quiero que los que tienen una intensa lucha con un estúpido hábito oculto, lo confiesen esta noche», dije, «me refiero a ese “gigante” que te abofetea en la intimidad. Nadie lo sospecha, ni siquiera lo sabe tu esposa, tus padres, ni tu mejor amigo, pero estás consciente de que ese “hábito” escondido está arruinando tu unción».

El silencio en el edificio era demoledor.

«Sabes que deberías tener un ministerio ungido, pero te conformas con mucho menos, por culpa de esa debilidad que no te da tregua. No importa cuán santo parezcas, si sabes que ese hábito hace que tu unción no sea pura».

Dios sabe que no fueron muchas más palabras, cuando alguien irrumpió en un seco sollozo entre la multitud.

«Quiero que todos cierren los ojos», supliqué, «y necesito que aun los que estén grabando apaguen sus cámaras, no quiero que sientas vergüenza. Quiero pedirte que si reconoces que un estúpido hábito te está amarrando al pasado e hipotecando tu futuro, levantes tu mano».

Algunas manos, tal vez diez o doce, se levantaron con timidez.

«Sé más específico», me dijo el Espíritu con una voz clara.

«Los que no pueden abandonar la masturbación compulsiva. Los que están atados a la pornografía por internet, revistas o cualquiera de sus formas. Los que amanecen en la cama ajena virtualmente, engañando a sus esposas en su mente.

Los que anhelan que su mujer se muera, en algún accidente repentino, para enviudar y casarse con otra dama que ya tienen en mente. Los que se sienten invadidos sin piedad por pensamientos impuros, llenos de lujuria.

Los que se han permitido caricias íntimas y genitales con sus novias. Los que luchan con pensamientos de homosexualidad».

Ahora todo el recinto estaba lleno de manos. Los líderes, los colaboradores y los que hasta hace un momento estaban dispuestos a conquistar la nación. Allí estaban, llorando amargamente, hartos de pedir perdón por el mismo pecado crónico.

La primera vez que pecas, te tiras ante la presencia de Dios y suplicas piedad, ruegas que la sangre de Cristo te haga limpio, puro otra vez. La segunda, consideras que es necesario prometer algo, decir alguna frase como «Prometo que jamás lo volveré a hacer», «Nunca jamás consumiré pornografía o acariciaré esos asquerosos pensamientos». La tercera vez, te autoimpones un castigo, algo que te duela, para demostrarle a Dios que ahora va en serio: «Voy a quitar el servicio de cable del televisor» o «Volveré al correo tradicional, ni siquiera usaré el e-mail, para no tentarme a navegar en sitios sucios» o «Dejaré a mi novio aunque sienta que lo ame».

La cuarta vez, ya no quieres ir. Ahora sí, sientes que tu vida es un fraude. Y te sientas a los pies de la cama, a dialogar con Satanás.

«Ahora si la hiciste fea. Hasta Dios tiene sus límites. Una cosa es equivocarse una vez, dos y tal vez hasta tres. Pero ya has perdido la cuenta». Y dices: «Creo que Dios está harto de verme fracasar».

«No lo dudes», responde quien desea verte arruinado. «Tienes un problema, una debilidad, un horrible y repugnante pecado que te deja fuera de la liga. La masturbación es tu kriptonita, te está destruyendo. En tu lugar, me distanciaría de las cosas santas, que obviamente no son para tipos como tú».

Y es entonces cuando se produce el contrasentido, lo ilógico. Pospones orar hasta arreglar tu debilidad primero. Dejas de lado la consagración porque te sientes indigno, sucio. No te involucras porque consideras que has traspasado todos los límites del perdón. Y te convences de que no naciste para ser campeón. El hábito logró dejarte en la lona. A mitad de camino, postrado en la pista.

Hice una última pregunta aquella vez en Sydney: «¿Cuántos sienten como si Dios ya no quisiera perdonarlos?

Creo que todos, absolutamente, levantaron sus manos temblorosas. Los mismos que parecían vivir una panacea de avivamiento, ahora confesaban sentirse indignos del Señor.

No quiero que me malinterpretes, no trato de hacer apología del pecado. Me considero uno de los mayores defensores de la santidad. Durante años solo me dediqué a predicar acerca de la integridad. Nuestras cruzadas han tenido como lema proclamar una generación santa. Pero la santidad sin gracia solo es legalismo.

Esos miles de líderes se equivocaron tanto, convivieron con la debilidad a tal punto, que llegaron a creer que Dios ya no estaba dispuesto ni siquiera a oírlos. Es que el hábito oculto tiene la singularidad de colocarte a la puerta del templo, como el cojo que pedía limosna en el templo de la Hermosa.

Tienes un área coja que te impide caminar. Tu vida de oración se reduce a la raquítica tarea de hilvanar dos o tres frases sin sentido antes de quedarte dormido. Tu comunión con el Señor es nula. Estás a la puerta, sabes todo lo que pasa dentro de la iglesia, pero también sabes todo lo que ocurre afuera. Vives en la mitad, como un cristiano nominal. Sabes demasiado como para considerarte un inconverso... pero no lo suficiente como para ser un santo. Vives en santidad un poco... pero también pecas un poquito. Alabas al Señor y también maldices otro poco. Levantas tu vista al cielo a veces, pero tus ojos son vagabundos en algunas ocasiones.

Cojo del alma. Minusválido espiritual. Lisiado ministerial. Paralítico del corazón a causa de un estúpido hábito oculto. Y la horrible sensación de que Dios ya no te quiere recibir.

«Lo siento», pareciera excusarse un ángel, «le dije a Dios que vino a verlo, pero me dice que no puede recibirlo, usted es demasiado inmundo para presentarse aquí».


Lo oculto arruinando lo público.

Pero cuando el arrepentimiento es genuino, el error desaparece del disco rígido de la computadora eterna. Ni siquiera figura en «elementos eliminados». Dios se olvidó. Y olvidó que se olvidó. El expediente fue borrado.

Aún recuerdo algunas expresiones en los rostros de aquellos líderes en Sydney. Fue la primera vez que prediqué acerca de la gracia y desde aquel entonces, no he dejado de mencionarla. Cuando creían que ya estaban fuera de las grandes ligas, alguien volvía a creer en ellos. Manos temblorosas de grandes campeones, que se negaban a subir al cuadrilátero por considerarse lisiados. El milagro de la gracia tapando los huecos oscuros del alma. Los rincones tenebrosos de la intimidad sacudidos por la luz de la nueva oportunidad. Dios, otra vez, dispuesto a perdonarlos, diciéndoles que su gracia era abundante para ellos.

La mentira, engaño, el adulterio.

La cama ajena, pensamientos impuros, los ojos desenfrenados.

No importa el nombre del delito, el secreto es que si para encontrarse con el paraíso, hay que ir a la cruz, vale la pena pasar por allí otra vez.

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EL LLAMADO A PASTOREAR JOVENES



Muchas veces pensamos que el llamado para servir a los jóvenes, tiene que ver con cosas extra-sensoriales: cuestiones de extraterrestres o simplemente el hecho de “sentir” algo en nuestro ser.


Cuántas veces les preguntamos a los jóvenes: ¿Por qué no te involucras en el servicio a Dios para ministrar las vidas de otros jóvenes?, y las respuestas son de las más variadas:


“no siento servir a Dios”

“Dios no me ha revelado nada”

“No he visto una señal por parte de Dios”

“No sé cómo servir”

Otras simplemente mencionan, “no tengo tiempo para servir”.

Otras simplemente mencionan, “no tengo tiempo para servir”.

Podemos encontrar muchas excusas, desde las más sobrias hasta las más extravagantes. Lo cierto es que Dios tiene en mente otra cosa con respecto al llamado. No se trata de lo que sentimos o veamos, de lo contrario casi nos estamos pareciendo a uno de los discípulos de Jesús que quiso “ver para creer”.

El llamado al servicio de Dios, según lo que encuentro en la Biblia reclama sólo dos ingredientes indispensables en la persona: “Amar a Dios sobre todas las cosas y Amar a los jóvenes que servimos”. ¿Te suena parecido esto a algún texto bíblico? En otras palabras, llamado tiene que ver con obediencia.

Sin embargo, pueden decir: “pero no siento nada o no he visto nada”, y el llamado no se trata de ver o sentir, sino de obedecer. La obediencia está en el corazón de la persona. Es en el corazón donde encontramos la visión, la pasión y la carga por la juventud, y además la disposición de aprender.

Cuando Dios llama a un joven no le pregunta “si puede” hacer el trabajo, al contrario, le pregunta “si quiere” hacer el trabajo.

Existe una gran diferencia entre el “poder” y el “querer”. En primer lugar, el “poder” descansa sobre nuestras habilidades y virtudes, y en segundo lugar, “el querer” descansa en la voluntad de la persona que quizá no se sienta preparado pero que está dispuesta en aprender y a correr la segunda milla a favor de esta nueva generación.

“Al ver la multitud tuvo compasión de ellos” esto no descansa en “si puedo”, esto me hace mirar al cielo y decirle al Señor: “qué quieres que yo haga”, no puedo pero quiero.

Hoy en día existen miles de jóvenes que necesitan de los “quiero”, si tú eres una de esas personas, olvidémonos de términos teológicos como el llamado general y el llamado particular y veamos la necesidad de miles de personas. Me imagino a Dios preguntándose “¿Todavía sigues pensando si te he llamado o no? La respuesta a esta pregunta puede cambiar generaciones o estancarlas.

NOVIAZGO A LA MANERA DE DIOS



¿Cómo sé que estoy realmente enamorado de alguien y que es la voluntad de Dios?

Asumiendo que Ud. es creyente por el hecho de haber recibido a Cristo como su Salvador personal voy a proseguir adelante.
Bajo esta premisa, Ud. podría saber si está enamorado haciéndose las siguientes preguntas:

Primero: ¿He orado fervientemente al Señor por una enamorada, aún antes de conocer a la chica que ahora me gusta? En el caso del creyente, el enamoramiento comienza no cuando se encuentra con una chica que es muy atractiva físicamente y su corazón late más aprisa cuando se encuentra con ella, sino cuando en la comunión íntima con el Señor en su palabra y la oración ruega a Dios por que Dios traiga a su vida la persona con quien Ud. va a compartir el resto de sus días como esposa.

Ningún joven creyente debería entrar al enamoramiento sin antes haber cultivado una íntima comunión con el Señor. Me imagino que Ud. conoce a una chica que le gusta mucho. Si Ud. no ha estado en comunión con el Señor con anterioridad, y siente una atracción hacia esa chica, seguramente no es Dios quien esté poniendo esa atracción en Ud. sino sus hormonas, su instinto por tener una compañera. La base del enamoramiento no es el atractivo físico entre la pareja de enamorados, tampoco es el amor entre enamorados. La base del enamoramiento debe ser la voluntad de Dios, quien pone en el corazón de los dos el deseo de unir sus vidas en matrimonio.

Ya que hemos hablado de matrimonio, permítame una advertencia: Si no piensa casarse con aquella chica, no pierda su tiempo y su santidad enamorándose de esa chica. El enamoramiento no es un pasatiempo. El enamoramiento no es un día sí y el siguiente no. El enamoramiento guiado por el Señor es la antesala del matrimonio.

Segundo: ¿Es esa chica creyente? La Biblia es clara en manifestar que la voluntad de Dios es que un creyente se enamore y se case exclusivamente con otro creyente del sexo opuesto.

2ª Corintios 6:14 dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? "

Un enamoramiento entre un creyente y un incrédulo es contrario a la voluntad de Dios. Si la chica que a Ud. le gusta no es creyente y Ud. siente una atracción hacia ella, no es Dios quien ha puesto esa atracción en Ud. Esa atracción es fruto de su propio deseo, de su propia pasión. Si Ud. persiste en esa unión desigual, Ud. lo lamentará grandemente tarde o temprano, probablemente más temprano que tarde.
Cuando alguien está en este caso, la pasión es tan fuerte que anula a la razón. El joven o la joven creyente razona más o menos de la siguiente manera. Bueno, yo soy creyente, él o ella no es. Qué buena oportunidad para guiarle en los caminos del Señor por medio de enamorarme de él o de ella.
Parece lógico, pero el problema está en que este razonamiento contradice la palabra de Dios cuando dice que los creyentes no deben unirse en yugo desigual con los incrédulos. Un buen fin, que es llevar a un incrédulo a los pies del Señor, no debe llevarse a cabo con un mal medio, como esto de unirse en yugo desigual con un incrédulo. El fin no justifica el medio.

Tercero: Asumamos que Ud. ha orado al Señor por una enamorada y la chica que le gusta es creyente. Entonces debería hacerse la siguiente pregunta: ¿Están mis padres, los padres de ella y los líderes de la iglesia de acuerdo con esta relación? Quizá Ud. dirá: ¿Qué tienen que ver mis padres en algo que es asunto mío? ¿Qué tienen que ver los líderes de la iglesia en mis cosas personales? Estas preguntas tienen respuesta en la palabra de Dios.

Colosenses 3:20 dice: "Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor."

Los hijos creyentes deben andar en sumisión a sus padres, aún cuando sean mayores de edad. Por tanto, una decisión tan importante como aquella de enamorarse de alguien debe ser en total acuerdo con los padres tanto suyos como de la chica que a Ud. le gusta. No es prudente un enamoramiento a espaldas de los padres o peor todavía, en contra de la voluntad de los padres.

Hebreos 13:17 dice: "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso."

Los pastores o líderes de la iglesia local donde Ud. se congrega han sido puestos por Dios como autoridades sobre la congregación. Su responsabilidad es sujetarse a ellos. Ud. por tanto está en la obligación de buscar el asesoramiento de ellos para saber si debe o no entablar una relación de enamoramiento con alguien. No desprecie a los pastores de su iglesia haciendo casas que ellos no han sido al menos informados.

Cuarto: Asumamos que tanto sus padres como los líderes de la iglesia están de acuerdo con su probable relación de enamoramiento . La pregunta que debe hacerse sería: ¿Está la chica que me gusta, dispuesta a tener una relación de enamoramiento conmigo? Ud. puede haber estado orando por una enamorada, esta chica puede ser creyente, Ud. puede haber obtenido el apoyo de sus padres y de los líderes de la iglesia local, pero eso no significa que ya es enamorado de ella, porque falta que ella dé su palabra de aceptación.

Para eso, yo le recomendaría que Ud. de una manera muy madura y respetuosa hable con ella para indicarle que Ud. ha estado orando por ella para que sea su enamorada y que le gustaría saber si ella está de acuerdo con eso. No cometa el error de exigir una respuesta ese mismo instante o al día siguiente o la semana siguiente, etc. Recuerde que Ud. está tratando de hacer las cosas en la voluntad de Dios y si es de Dios, Ud. no tiene por qué apresurar las cosas. Pida a la chica que comience a orar por este asunto, y cuando ella esté segura que Dios ha respondido a su oración sobre este asunto, que le haga conocer.

La chica entonces tendrá que seguir los mismos pasos que Ud. ha dado, es decir, debe esmerarse por tener una comunión íntima con el Señor, debe orar al Señor sobre este asunto, debe buscar la guía de la palabra de Dios, debe consultar a sus padres y a sus pastores y si todo concuerda debería hablar con Ud. para comenzar la relación de enamoramiento. Recién allí, se podría decir en honor a la verdad que Ud. sabe a ciencia cierta que está enamorado y que eso es la voluntad de Dios.


Lo que hemos sugerido no concuerda con la costumbre de enamoramiento que prevalece en el mundo. La razón es muy sencilla. El enamoramiento al estilo del mundo se fundamenta en lo físico y deja a un lado lo espiritual. Según el mundo, si a Ud. le gusta una chica, simplemente va, le habla y de frente le dice que ella le gusta y que le encantaría ser enamorado de ella. Si Ud. cae bien a la chica, ella también dirá que Ud. le gusta y eso es todo. Ya son enamorados.

Pero note que todo gira alrededor de lo físico, de lo que perciben los ojos, de lo material. Dios no tiene nada que ver en este plan. No es extraño que enamoramientos que comienzan así terminen mal y cuando llegan al matrimonio, la posibilidad de éxito es mínima. No juegue a la ruleta rusa. Usted conoce al Señor, deje que el Señor guíe el proceso de enamoramiento. Dios sabe lo que es mejor para Ud. y cuando permitimos que Dios maneje nuestros asuntos tenemos garantizado el éxito tanto en el enamoramiento como en el matrimonio.

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Marcos Witt y el Tour Sobrenatural llegan a la Argentina



Llega a la Argentina Marcos Witt para presentar “Sobrenatural”, su más reciente producción musical. Uno de los proyectos más sobresalientes en la carrera musical y ministerial del salmista, con una gira única que recorrerá varias ciudades del país austral, que cuenta con el apoyo de los consejos pastorales de cada ciudad y la invitación de Canzion Argentina.

El tour “Sobrenatural 2009” de Marcos Witt, estará recorriendo distintas ciudades y países de America Latina, tales como: Chile, México, Honduras, Guatemala, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Puerto Rico, al igual que los Estados Unidos. En Argentina del 20 al 23 de octubre. En Neuquén estará en el Estadio Ruca Che, el día 20.

El 21 en la ciudad de Rosario en el estadio cubierto de Newell’s old Boys. El 22 en estadio mundialista Chateau Carreras de Córdoba, para finalizar en Buenos Aires en el microestadio de Argentino Juniors, el día 23 de octubre. Cuatro días de intensa actividad y con un recorrido maratónico, pero que dará cumplimiento con la promesa de regresar a Argentina para una serie de conciertos que el público esperaba y reclamaba con ansias.

Durante la gira, Marcos Witt, viajará acompañado de un staff integrado por músicos, ingenieros de sonidos luces y video, estará interpretando varios de los temas más sobresalientes de su carrera, incluyendo los de su más reciente producción, “Sobrenatural”, en un atractivo despliegue técnico.

El álbum “Sobrenatural” fue grabado en vivo bajo el sello Canzion, durante un concierto realizado en Bogotá, Colombia, en mayo de 2008, en el cual más de 30 mil personas se dieron cita para declarar a viva voz que Dios es “Sobrenatural”. Con un sonido impresionante y el coreo de la gente, “Sobrenatural” hace mérito a su nombre.

Las entradas ya están a la venta en las librerías de cada ciudad y en Buenos Aires también a través de ticketek.